lunes, 18 de febrero de 2013

¡Hágase Digno de esto!

Recorriendo rutinariamente mi camino de metro-casa, casa-metro, me crucé con un hombre hablando solo, palabras irracionales e inteligibles. Su aspecto era totalmente desaliñado, barba de días, ropa mugrienta. Llevaba un cigarro en la mano y según mi percepción este hombre tenía ya sus añitos en la espalda......toda esta información recorrió mi mente en los 3 segundos que le preste atención.
Ya lo había visto antés pero esta vez...algo tocó mi corazón, este hombre no estaba así por su posible madurez de edad, sino porque, fue y es un esclavo más de las drogas, el alcohol y el tabaco. No se nada de este viejecito que a muchos les produce repugnancia y a otros lástima, no se como fue su vida antés de toda esta feria en la que ahora mismo se encuentra consumido. A lo mejor era un estudiante ejemplar que se juntó con el grupo equivocado o sus problemas familiares le condujerón a ver en el fondo de una botella su única manera de evadirse del esterior, quizás sencillamente es un hombre más que ve a la Mari-Juana como su esposa. ¿Pero quién se acuerda de este hombre? más concretamente ¿Quién recordará a este hombre? ¿Tiene familia? ¿Amigos? o ¿Está completamente solo? Solo...esa palabra dió un puñetazo a mi cabeza ...Totalmente solo, sin nadie con quien llorar, abrazar, vivir...posiblemente  este hombre cuando muera nadie le recordará...que triste se me presentaba esa realidad. ¿Y yo?..¿Estoy haciendo lo correcto? ¿Estoy llevando mi vida de la forma más digna? ¿Estoy arraigando en el corazón de las personas? ¿Alguién se acordará de mi cuándo ya no esté? Mi realidad, mi propia forma de vivir, ¿Se ve a Dios?...
Yo no soy mejor que este hombre, a lo mejor no son drogas pero sí otras cosas que pueden llegar a enjaularme.
Recordé la frase de la película de "Salvar al Soldado Rayn" :¡Hágase Digno de esto (De la muerte del grupo que fue a buscarle en la guerra)!¡ Merezcalo!.
 Hacer que valga la pena, mi vida al completo, que el sacrificio que hizó Jesús en la Cruz tenga sentido, que se me recuerdé por tener los cimientos de mi vida en el Señor y Salvador. ¡Hacerme Digna de vivir esta vida! :)

sábado, 16 de febrero de 2013

Say Goodbye / Decir Adiós

Saber decir adiós.
Esos momentos son como patadas en el estómago......
Las despedidas son muy saladas.
Pero al igual que en un momento dijiste: "Hola, Bienvenido a mi vida" también es momento decir "Gracias por todo, te quiero, adiós"
No es fácil claro que no......te acostumbras, te adaptas y que te quiten esa estabilidad te desmorona. Menos mal que "No todo está perdido".  Cada vez que conozco más a Dios valoro más las cosas (que sin merecerlas) él me da. Todos y cada uno de los "Adioses" que he dicho, en él han cobrado sentido. Los capítulos cerrados han sido de bendición, marcaron mi vida, tuvé que darles un fin, pero ahora he ganado más de lo que he "perdido"....
Dios nos ha dado una memoria y un corazón para que no olvidemos sus regalos, pero también nos abre un camino para que andemos para adelante y no mirar atrás. No mirar atrás. 
Adiós. Feo pero necesario.
Mi esperanza es que veo un mañana lleno de nuevos sueños, nuevos "holas", caminos por descubrir, y siempre...wait ¡SIEMPRE! a Dios a mi lado, por eso no tengo miedo, por eso logro decir Adiós.

viernes, 15 de febrero de 2013

"Lo Bueno se hace esperar"

Vivo en Madrid, una ciudad en la que tener todo en el momento es primordial. Miles de personas corriendo de un lado a otro, entrando en depresión al perder el tren de las 8:05 a.m, los McDonalds se forran con todos esos seres humanos hambrientos y con prisas. Todo rápido, todo en el momento. La Selva Madrileña.  El tiempo, el tiempo y el tiempo...la sensación de que pasa volando, el horario, la rutina....realmente te pones histérico cuando una persona te roza, te grita y tú le gritas...perfecto contaminación acústica aumentando.
Ese ritmo de vida llega a afectar a nuestra relación con Dios, él se toma su café mientras está disfrutando de la belleza del Universo, nosotros como niños le decimos: ¿Para cuándo esto? ¿Para cuándo aquello? Dámelo YA YA YA YA YA YA!!! Somos tan impacientes que tomamos decisiones desesperadas que sólo  nos perjudican a nosotros mismos...como cuando crees que en la Renfe tardas menos y esperas lo mismo que si hubieras hecho tras-bordos (momentos en los que te tiras de los pelos). Nuestro reloj corre y nuestra paciencia se disipa minuto a minuto...pero Dios no funciona así, él no tiene un despertador, un horario, sólo tiene promesas que cumplirá en el momento oportuno, cosas buenas para unos hijos que saben esperar y confian en él . Esperar en Dios es incluso más delicioso que hacer una tarta: no sólo puedes disfrutar del chocolate o las fresas de la preparación, sino que el resultado final es ¡OH MY GOD! Espera...y mientras lo haces tómate un chocolate con churros :)